¡EUFORIA!

No encuentro una palabra más acertada para describir cómo nos sentimos al ver todas las posibilidades de viaje que se nos presenta en la semana de vacaciones de Semana Santa. 

Tenemos que reconocer que, la organización no siempre es fácil, y aunque casi lo hayamos dejado para el último momento, tenemos las mismas ganas de viajar y conocer nuevos lugares de Italia, como las que teníamos de venir hace 3 semanas.

En oportunidades como estas, es cuando más nos damos cuenta del privilegio que es estar viviendo un Erasmus, sea la parte que sea del mundo y digo esto porque, otros compañeros que no eligieron el mismo destino que nosotras para realizar sus prácticas, aprovechan los días de vacaciones para un encuentro con nosotras fuera de su lugar de residencia actual, solo para disfrutar de sus paisajes, sus playas, y su gente. 

Tan solo de pensar en todos los destinos que podríamos recorrer, y todo lo que nos recorreremos sentimos muy afortunadas de tener la suerte de disfrutar de esta enorme experiencia tan enriquecedora.

¡Viajar nos hace crecer a todos!

Día 7. Visita por El Centro

Ciao a tutti!

Hoy tocó visita por el centro de Reggio Calabria. Nunca imaginamos que hubiese tanto movimiento de gente en la calle principal. Decidimos salir con Paolo y Nazarena, que se mostraron receptivos ante nuestra petición de dar un paseo y conocer un poco más de la ciudad. 

Cada sitio que visitamos tiene una historia distinta que Paolo se encargó de transmitirnos, creando un sentimiento de hogar y cariño por cada uno de esos lugares. 

Esta ciudad es pequeña, pero acogedora, todo lo puedes visitar caminando, y posiblemente ese sea uno de sus mayores encantos, sin contar que siempre que mires al mar de fondo te encuentras Sicilia, con sus luces y su enorme volcán. 

  

Día 4. De camino a la adaptación

Se podría sacar bastante de estos cuatro primeros días, pero me centro sobre todo en la convivencia, un tema delicado basado en la confianza y en las ganas de compartir, y hemos tenido una gran suerte en este viaje.

El lunes tuvimos la presentación con Paolo y Nazarena, aquí nos presentaron a Santina, la que será nuestra profesora en las clases de italiano intensivo. Seguidamente fuimos al supermercado "ipercoop" pero la compra tuvo que ser muy rápida ya que quedamos con ellos para comer y luego ir a la primera clase de italiano. Una vez acabada estuvimos una hora y media de pasillo en pasillo buscando y comparando las cosas que compraríamos para casa.  

Nos separaron para dar las clases de italiano, Airan y Susana están de mañana y nosotras de tarde, por lo que solo nos veremos esta semana a mediodía y por la tarde-noche, pero eso no es ningún inconveniente, tuvimos nuestro primer almuerzo en "familia" y en casa, al igual que la merienda-cena que hicimos por la noche. 

La compenetración en casa es increíble, y la confianza que se ha creado en ella. 

Tenemos la presentación el viernes, y estamos deseando que nos asignen ya nuestro puesto y las funciones que tendremos que llevar a cabo. 

Día 1. Comienza la aventura

Ciao a tutti, siamo Paula e Yanira. 
Somos estudiantes de Integración Social y hace cerca de un año decidimos formar parte de esta aventura, el erasmus. 
Y por fin llegó el día, ya es 12 de Marzo de 2017, ¿quién lo diría? Tras más de siete meses esperando y preparando todo, estamos aquí, en Reggio Calabria. 
Después de cinco horas de avión, siete en el aeropuerto, una de guagua y otras seis de tren podemos decir que estamos en la que será nuestra casa estos dos meses y medio. Tenemos la suerte de compartir esta aventura con dos compañeros que conocimos durante éste viaje, Susana y Airan, los cuales compartirán nuestra aventura muy de cerca, siendo partícipes de ella diariamente, las 24 horas del día, siendo ellos nuestros compañeros de piso. 
Antes de llegar aquí hemos pasado muchos nervios, situaciones de estrés y un no saber qué hacer constante, sobre todo con la casa, hasta que hemos entrado en ella y nos hemos enamorado de cada uno de sus rincones.
El primer día ha sido agotador, pero ha valido la pena. Paolo nos acogió con mucha ternura y sobre todo paciencia.
Ahora nos toca descansar.
¡Buonanotte! 

Paula y Yanira